jueves, 11 de agosto de 2011

Irlanda; De Castillos, Hostels y Una Colina Sagrada


En el condado de Meath, de la bella Irlanda, se guarda memorias de tiempos gloriosos. El pasado mítico de los grandes reyes de Irlanda parece revivir en los antiguos monumentos que salpican la región. Pero de todos, ninguno tan mágico y misterioso como la colina de Tara, sede del antiguo poder terrenal y espiritual de los heroicos reyes de la isla. Un monumento tan antiguo y fascinante que, a pesar que sólo dista 40 Km. de la capital, Dublín, es conveniente realizar una reserva de hotel en la zona para explorarla con la dedicación que merece.
La colina de Tara es caliza, y su altura es escasa. En su llana cima se destaca la Fortaleza de los Reyes, una construcción que data del Neolítico y custodia en su interior, protegida por una arquitectura de círculos concéntricos, a la Piedra del Destino donde los antiguos reyes de Irlanda eran coronados. Hacia el norte, otro anillo alberga una estructura conocida como la Sala del Banquete, mientras que hacia el sur, se dice, está enterrado, de pie, el gran rey Laoghaire. Otras fortificaciones de diversa importancia jalonan la colina y abren la puerta a la polémica y al mito: ¿Estamos realmente ante el centro del poder político y espiritual de la antigua Irlanda?
Los entendidos en la materia dicen que sí, pero coinciden en que la real dimensión de la influencia de este centro político religioso está muy lejos de conocerse. Para visitar sus antiguas piedras y sentirse dentro de una historia de leyendas y gloriosas batallas, no hace falta saberlo.
Para los cinéfilos, la colina presenta el atractivo extra de ser nombrada en una de las películas más famosas de todos los tiempos: Lo que el Viento se Llevó. En ella, era el padre de Scarlett O’Hara, la inolvidable protagonista, quien orgulloso de sus raíces irlandesas bautizaba como Tara su plantación de algodón. Un escenario de gran peso en el suceso de la trama.
Pero ya sea para asombrarse con sus monumentos y enigmas, o para darse el gusto de repetir, como Scarlett “yo mañana me iré a Tara y sabré qué hacer, porque mañana será otro día”, bien vale la pena cambiar el alojamiento en Dublín por la propuesta hotelera del condado de Meath. Una propuesta que incluye desde hoteles baratos y acogedores hasta hostels y castillos. En el corazón mismo de la historia mítica de Irlanda. Y del cine, claro.
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Fuente del artículo http://www.articulo.org/8135/jorgeguinazu

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