Autor: Manuel Canosa
Apenas aterrices en el aeropuerto de Koh Samui te darás cuenta que estás a punto de entrar en una dimensión totalmente mágica y paradisíaca. Considerado como uno de los aeropuertos más bellos del mundo, su típico diseño tailandés recrea un ambiente de bienestar y relax total en el cual se conjuga la exuberancia de los jardines con un delicado toque tecnológico.
No obstante, los atractivos de Koh Samui se mantuvieron prácticamente ocultos al turismo internacional hasta la década de los '80; época en la cual se redescubrieron sus playas de arena blanca, aguas turquesas, cocoteros y arrecifes coralinos de mil tonalidades. Actualmente los hoteles de lujo se intercalan con bungalow de aires rústicos en perfecta sintonía con el encanto exótico y semisalvaje de la isla.
Vivir al máximo la naturaleza
En Koh Samui la naturaleza ha sido una artífice meticulosa que ha creado paisajes de ensueño. Chaweng es el mejor ejemplo de ello ya que durante casi cinco kilómetros sus aguas de tonos azul-esmeralda bañan una arena finísima y blanca. En las tardes los hoteles colocan sus mesas y sillas directamente en la playa para que los huéspedes puedan apreciar la explosión de colores del crepúsculo mientras degustan deliciosos cócteles.Si deseas un poco más de acción deberás dirigirte a la parte sur de la playa, conocida como Noi. Estas aguas son perfectas para emprender un viaje a bordo de un catamarán, remar en un kayak o conducir motos de agua. Más al sur de la isla se encuentra Thong Krut, un pequeño pueblo de pescadores. En sus restaurantes podrás degustar los platos típicos exaltados con el sabor del pimiento y posteriormente tendrás la oportunidad de embarcarte en un tour hacia las islas vecinas que atesoran paisajes completamente vírgenes.
No obstante, Koh Samui no es solo arena y mar. Si pones rumbo al suroeste de la isla encontrarás la cascada de Na Muang, un torrente de agua que cae sobre rocas purpúreas de casi 30 metros de altura. Aquí las raíces de los árboles se han entrelazado con las rocas para formar una escalera natural que conduce a una enorme piscina. El cauce del río incita a practicar el trekking o quizás te atrevas a hacer este recorrido subido al lomo de un elefante.
Cuando cae la noche
Vivacidad, alegría y transgresión; la vida nocturna de Koh Samui ofrece un mar de posibilidades para divertirse. En las zonas Chaweng y Lamai se concentran la mayoría de los locales y dos de las discotecas más famosas de la isla que permanecen abiertas hasta el alba: Reggae Pub y Green Mango. También se agolpan cientos de bares pequeños que ofrecen desde las notas del jazz hasta los ritmos tradicionales tailandeses, muchos de los cuales se erigen mirando al mar por lo que no es extraño que la fiesta concluya en la arena.
Una vez al mes, en la cercana isla de Koh Phangan, se celebra la Fiesta de la Luna Llena. Cuando cae la tarde las personas comienzan a llegar a las playas de Rin Nok y Rin Nai para ver cómo la luna llena inicia su recorrido en el cielo. Mientras tanto, los bares y cafés abren sus puertas; se encienden las hogueras en la arena y los DJs amenizan con música techno y trance que dura hasta bien entrada la mañana siguiente. Esta fiesta se celebra desde hace más de dos décadas y su fama ha traspasado las fronteras tailandesas por lo que podrás encontrar fácilmente hasta 20.000 personas.
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Fuente:
/viajes-articulos/koh-samui-la-isla-paradisiaca-de-tailandia-5247514.html
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